El presidente francés, Emmanuel Macron, ha condenado con fuerza el ataque aéreo israelí a la iglesia.

Los jefes y patriarcas de las Iglesias de Jerusalén condenaron de manera enérgica el ataque aéreo israelí perpetrado el jueves contra la Iglesia Latina en Gaza, el cual resultó en la muerte de tres palestinos -desplazados por la campaña de exterminio sionista- que habían encontrado asilo en ese lugar y la completa destrucción de ese sitio de culto, protegido por el derecho internacional.

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En una nota de prensa divulgada el viernes, los líderes eclesiásticos manifestaron su solidaridad con el Patriarcado Latino de Jerusalén y con aquellos que habían buscado asilo en la iglesia católica de la Sagrada Familia de Gaza, describiendo el ataque como un «asalto criminal» realizado por el ejército de Israel.

La declaración indicó que el ataque provocó severos daños en el edificio, asesinó a tres individuos y lesionó a otros diez, incluyendo al párroco, el padre Gabriel Romanelli.  

Este sacerdote argentino vive en Gaza desde hace años y desde octubre de 2023, cuando inició el actual asedio genocida israelí, conversaba todas las noches con el papa Francisco (1936-2025), quien llamaba preocupado por conocer la situación en ese territorio palestino y solía preguntar cómo se habían alimentado y cuál era el estado de salud de quienes se refugiaban en la iglesia.

“Los lugares de culto son sagrados y deben protegerse de la violencia”, afirmó la declaración. «También están protegidos por el derecho internacional. Atacar una iglesia que alberga a casi 600 personas desplazadas, entre ellas niños discapacitados, constituye una violación flagrante de este derecho. Es una afrenta a la dignidad humana, una profanación de la vida sagrada y una violación de un santuario sagrado».

Los líderes eclesiásticos solicitaron a los líderes globales y a las entidades de las Naciones Unidas que implementen acciones inmediatas para establecer un alto el fuego inmediato en Gaza, que lleve a un término definitivo del conflicto.

Además, pidieron la total salvaguarda de todos los sitios religiosos y humanitarios, así como la pronta distribución de ayuda humanitaria a los millones de personas que sufren de hambre en Gaza.

El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó el ataque israelí a la iglesia latina de Gaza. En una publicación en X, Macron afirmó: “He hablado con el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén”, afirmando “la solidaridad de Francia con todos los cristianos palestinos que, de Gaza a Taybeh, están hoy amenazados”.

Macron enfatizó que «la continuación de esta guerra es injustificable. Debe establecerse inmediatamente un alto el fuego y liberar a los civiles y a los rehenes del peligro de una guerra sin fin”.

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